sábado, 16 de enero de 2016

SECRETOS A VOCES

Me han contado algo que es súper-secreto y que no puedo contar a nadie... Especialmente a la persona a quien afecta el "secreto". Es de esos secretos tan secretos que sólo lo sé yo, la persona que me lo ha contado y la persona que se lo contó a ella. Sin contar, por supuesto a las personas afectadas... En fin, un secreto de esos tan secretos que al final lo sabrá todo el mundo... Pero ojo, las personas afectadas deben seguir creyendo que sólo lo sabe la persona de "confianza" a quien se lo contaron... De tanta tanta confianza que ha llegado hasta mí, que teóricamente no la tengo...

Me recuerda a ese episodio de Friends en el que "nadie sabía" que Mónica y Chandler estaban liados.

Muchas veces hay cosas que no queremos contar. Pero las contamos. A alguien muy íntimo. Confiamos algo que está en nuestro interior a esa persona que nunca nos fallará... Pero resulta que a veces esa persona también tiene necesidad de contar ese secreto que le hierve las entrañas... Y nuestro "secreto" se propaga como una tela de araña, y seguimos ingenuamente arrastrando con el peso de no hablar cuando realmente la mayor parte de nuestros conocidos más cercanos (o no tanto) se han enterado por un sitio u otro.

A ver cómo narices disimulo yo luego la cara de sorpresa cuando me den oficialmente la noticia. Personalmente creo que la cara de sorpresa la más difícil de poner sin sentirla.