Quedarse en lo superficial es cada vez más frecuente. Queremos abarcar tanto, ser tan multitarea, que resulta que no profundizamos lo suficiente en las cosas...
Me pasa últimamente que tengo tantas cosas que hacer y el tiempo es tan limitado que no llego. A nada. Pero tengo que llegar, porque los plazos no vuelven atrás.... Y a veces no me siento del todo satisfecha con los resultados que obtengo, y me doy más cuenta de que necesito centrarme más.
Cuando disponía de todo el tiempo para mí, profundizaba y me concentraba con facilidad. Ahora, hay tantos frentes abiertos (algunos de ellos frentes en toda regla, con trincheras y todo) que me llueven por todos los lados... Y esos no llego son cada vez más reales...