miércoles, 30 de enero de 2008

LA (Necesaria) INSPIRACIÓN


No todos los días se tiene la inspiración para escribir un artículo, un post o una novela.

Los autores habituales dicen que en realidad ser escritor es como cualquier otra profesión, que simplemente se trata de ejercitar la mente y acostumbrarse a escribir "X" horas al día. Supongo que así es como trabajan los periodistas que han de entregar su columna diaria de opinión o los bloggeros que nos obsequian diariamente sus aventuras y desventuras.

Otros somos como el tiempo... Hay días en que ni atado se te ocurriría un tema sobre el que escribir, bien porque piensas que un día normal no es digno de mencionarse en ningún sitio, bien porque tienes el ánimo oscurecido... en cambio hay otros días en los que escribirías mil cosas, y en esos en concreto lo que te falta es tiempo...

La inspiración (artífice de las mejores novelas pese a lo que digan los literatos mecánicos), es necesaria en todo caso, o al menos a mí me hace falta...

Os dejo un retazo de mi inspiración puntual, que un día me llevó a presentarme a un concurso de relatos cortos.

I
Estábamos allí los dos y decidimos no reprocharnos nada. Hicimos como si no nos hubiéramos visto y proseguimos nuestra marcha. Tú sabes que yo estaba allí con Él, pero no puedes decirme nada porque Ella te acompañaba, y Yo también te vi.

Cuando todo se haya calmado, cuando pase esta pequeña tempestad, parecerá que eso nunca ha sucedido, pero mientras tanto nos notaremos distantes, extraños, y tendremos clavado en lo más profundo de nuestras almas ese sentimiento de vacío y soledad, de tristeza y engaño... ese sentimiento que tengo ahora mismo cuando te observo...

No quiero que pienses que te amo con locura. Entre nosotros nunca nada ha habido, porque ninguno de los dos hemos encontrado el momento preciso para decir lo que pensábamos. Nunca hemos hablado, no nos conocemos personalmente, y sin embargo nuestra silenciosa familiaridad nos une como si fuéramos uno...

Si te miro profundamente a los ojos, veo que tu mente me sonríe, aunque tu rostro refleje total impasividad, aunque continúes pensando en tus cosas, aunque parezca que me traspasas con la mirada, como si no estuviera allí... Yo sé que Tú piensas en mí como yo en ti, y que estamos hechos el uno para el otro, que nuestras soledades se acompasarán el día que uno de los dos lo decida; pero mientras tanto, Tú te bajarás siempre dos paradas antes que Yo del metro, y proseguirás tu marcha sin mirar atrás mientras se cierran las puertas... y Yo continuaré sentada en mi asiento mirando por la ventanilla del lado contrario...


II
Hoy te noto extraño... Estás de pie en el vagón, pero es como si mentalmente estuvieras en otra parte. Me pregunto si es por Ella, no sé... el caso es que nuestra anodinas miradas trasnochadas no se han cruzado ni una sola vez. ¿Acaso me estás castigando?. Yo no he vuelto a llamarle, verte allí con Ella me hizo entrar en razón, darme cuenta de que nuestra futura historia es mucho más importante que lo que hubiera podido llegar a tener con Él. Quedan apenas dos estaciones para que te bajes y ni siquiera has girado la cabeza hacia mí. ¿Habrás decidido que ya no te merezco la pena? ¿Tienes alguna preocupación que yo desconozco?.

Estoy a punto de decidirme a hacer algo que nunca antes se me había ocurrido, y no sé si debo o no... pero sí, creo que lo voy a hacer... hoy me bajaré en tu misma estación y te seguiré, a una distancia prudencial, para comprobar qué es lo que te tiene tan metido en ti como para ni siquiera mirarme... Sé que no tengo derecho a hacerlo, que no sé nada de tu vida, de tu historia personal... pero espera. Antes de eso voy a ordenar mis ideas sobre ti...

Eres un chico alto, rubio, de ojos oscuros... tendrás como 5 años más que Yo. Sueles subir al metro en la estación que va después de la mía y bajarte dos antes de mi parada. A veces miras hacia donde estoy Yo, claramente porque te atraigo, pero siempre simulas no mirarme, como si intentaras alcanzar con tu mirada más allá de donde voy sentada, como si trataras de percibir el infinito. Hace ya tres años (puede que más tiempo, pero antes no me había fijado en ti) que coincidimos en el suburbano prácticamente cada mañana a las 8:30 en punto. Yo voy hacia mi trabajo, por lo que supongo que Tú también al tuyo... tienes cara de maestro, de profesor de escuela de barrio. Pareces el típico sabio despistado de mirada viva, lleno de paz interior y con mil historias que contar, tierno, cariñoso, dulce... lo que sí me parece claro es que no eres de esta ciudad... el gris del asfalto y la atmósfera no han calado en ti y pareces tan perdido como el primer día que encontré tu mirada...

Nunca hasta el otro día te había visto fuera del vagón. Probablemente vivamos en barrios distintos y sólo el metro una nuestros trayectos. Lo más seguro es que ni siquiera vivas en la zona de la parada en que te subes... creo que haces trasbordo, nadie que habite en el centro de esta gran ciudad tiene ese aire tan ingenuo y bondadoso...

Lo acabo de decidir. No entiendo por qué estás tan serio, por qué tus ojos no me miran, por qué han perdido su brillo habitual. Sé que me quieres, supongo que quizás no me miras para no entristecerme a mí también... voy a bajar aquí contigo... bueno, mejor dicho a la vez que tú...

Como cada mañana sales del vagón... pero esta vez no te imaginaré alejándote del tren en dirección a la salida. Esta vez camino detrás de ti, y voy a descubrir, de una vez por todas, en qué consisten tus mañanas, esas que suelo inventar para sentirme más cerca de ti.

No me has decepcionado. Ni siquiera te has girado cuando el metro ha vuelto a arrancar. Pero hoy no hace falta que disimules, hoy no hay peligro de que yo me gire desde mi asiento y nuestras miradas se crucen... hoy te tengo tan cerca y tan lejos a la vez que me siento como si realmente fuéramos uno.

Siempre había pensado que tu trabajo estaba cerca de la salida de la izquierda, pero al verte avanzar con paso decidido hacia la derecha, me he dado cuenta de que estaba equivocada. Es normal, mi amor, al fin y al cabo nunca me había parado a seguirte con la vista desde el vagón.

Podrás comprender que cada paso que das es una sorpresa para mí. Camino tras de ti con extrañeza, pues nunca había imaginado que, un día cualquiera, estaría junto a ti paseando románticamente por la ciudad. No me importa perder mi trabajo si consigo aliviar la pena que sientes. Tengo la seguridad de que cuando por fin te des cuenta de que estoy aquí contigo, tu rostro volverá a ser el de siempre, y nuestras miradas se cruzarán como cada mañana, devolviéndonos la paz que habíamos perdido después de que Ella y Él entraran en nuestras vidas.

Te has detenido frente a un escaparate. Es de una tienda de discos. Pero aún es muy temprano, sólo las 9 de la mañana; probablemente no abran hasta las 10...

Acabo de oír tu voz por primera vez. Es profunda, varonil, pausada... es exactamente la voz que había imaginado para ti. No notarás que estoy aquí, porque me he metido en una panadería que está en la esquina, justo al lado de la tienda de discos. Estás hablando con una chica y parece que continuaréis el camino hacia el trabajo juntos.

Pero Yo voy a seguir con vosotros, quiero saber quién eres, dónde vas y qué te pasaba antes, aunque ahora tengas mucho mejor cara y parezcas más animado. Yo sé que son sólo apariencias, que no quieres que tus compañeros noten lo que te ha pasado. Si hay algo que tengo claro sobre ti, es que eres muy reservado con tus cosas, y que no se las vas contando a cualquiera, y menos a Esa chica, aunque hagáis juntos cada mañana el camino hacia el trabajo.

III
La verdad es que nunca lo habría dicho. ¿Trabajas en una frutería?. Se me hace raro verte allí, trabajando con Esa chica... y creo que no me voy a quedar más rato viéndote, porque pienso que lo has hecho sólo para despistarme.

Has ido a la frutería a propósito, aunque sabes que llegarás tarde al colegio, sólo para demostrarme que no sé nada sobre ti, para hacerme ver que te decepcioné al salir aquel día con Él. ¿Y qué hay de Ella? ¿Acaso vosotros no estabais juntos? ¿No os abrazabais en el restaurante compartiendo risas y complicidades?.

Creo que todo ha terminado entre Tú y Yo. A partir de mañana cogeré el metro cinco minutos después. Volveré a quedar con Él. Olvidaré los interminables segundos que compartieron nuestras pupilas...

lunes, 28 de enero de 2008

RETORNO A LOS LIBROS.... ¡De lectura!


Acabo de recibir uno de los mails más "alegrantes" del día... ¡ME HAN APLAZADO EL EXAMEN DEL MASTER! concretamente hasta el mes de abril (aguas mil), con lo cual, ya no voy a estudiar en el metro, sino que volveré a leer novelas hasta que me quede como un mes para el examen. Más que nada porque si no tengo esquemas hechos, me resultaba realmente incómodo cargar con el tochazo de mil y pico páginas y subrayar con el traqueteo del metro... pero si el examen era a principios de marzo no tenía tiempo material de hacerlo de otra forma. Con Fallas y Semana Santa de por medio es otro cantar ;)

Esta noche seleccionaré mi nueva "víctima" literaria y os mantendré informados ;)

Por cierto (y cambiando de tema) ¿Os acordáis de la huelga de metrovalencia en Diciembre? Pues el sábado pasado empezó una nueva huelga, así que mañana, pasado y al otro volveré a disfrutar de las delicias del transporte público enlatado. Se ve que Rita y Camps (tan "ppopulares" como siempre) siguen a lo suyo, a ver si privatizan el metro :S

viernes, 25 de enero de 2008

LOS PARAÍSOS OLVIDADOS

Además de los blogs que visito habitualmente, ocasionalmente me topo con otros que me parecen especiales, bonitos, llenos de magia...

Cada blog posee el encanto de su creador. Da igual que hablen sobre frikadas, la vida diaria, política o poesía. Cada blog es un mundo, una mente, un paraíso personal... Son pequeñas islas en medio del ciber espacio que a veces salen a tu encuentro mientras navegas sin rumbo fijo.

Por eso me sorprende que muchos de ellos vaguen sin timón, olvidados por sus autores y por sus lectores. He entrado en mundos que tenían fecha de caducidad, como el típico blog de boda (el mío sin ir más lejos, aunque intentamos mantenerlo), o blogs de viajes (si no viajas no escribes)... pero también he encontrado espacios preciosos, cuidados hasta el mínimo detalle, llenos de textos personales e imágenes reveladoras... Nunca he entendido bien qué pudo pasar, por qué en algunos de estos blogs no hay una redirección al nuevo espacio del autor, por qué el habitante se marchó sin dejar señas...

Blogs abandonados por el tiempo o por sus autores. Voluntaria o involuntariamente...

Blogs que se crean un día y sólo contienen un post de saludo, un ¡hola!...

Blogs que acaban con un hasta luego tras años de postear...

Blogs que quedan en suspenso, con muchas incógnitas por resolver...

Tantos blogs, tantos mundos, tantas historias...

A veces me pregunto si algún día también yo dejaré de escribir, si mi charcha quedará desierta como otros tantos espacios... Supongo que es como todo, quizás también tenga que ver con el tema de crecer... Por lo pronto disfrutemos de lo que tenemos :)

miércoles, 23 de enero de 2008

Sin LIBROS no hay paraíso...


Qué será de mí... Oh! pobre persona... si ya no puedo entrar en bellas historias o profundos ensayos, si ya no puedo adornar el aburrido viaje en metro con historias fantásticas o reales que me amenicen los trayectos...


Tengo por delante un par de meses en los que los viajes en suburbano me requerirán concentración... dos meses en los que Estudiar en el metro libro y fosfi en mano entre empujones y murmullos... difícil tarea la que tengo ante mí... sobre todo porque desde que me acostumbré a la literatura viajera, se convirtió para mí en una afición importante y muy especial...

lunes, 21 de enero de 2008

DESPRENDIMIENTOS

Hay algunas cosas que te marcan de por vida, y otras que, aunque en algunos momentos pienses que te acompañarán para siempre, marcan solo una época, te definen por un tiempo y luego quedan como hermosos recuerdos de tiempos pasados que no parecen tener intención de volver... aunque siempre quede algo de aquello.

El problema llega cuando te vas de casa de tus padres, cuando tu casa es más pequeña de lo que parecía en un principio y tus recuerdos, lejos de estar solo en tu cabeza, ocupan lugar (físico). Ojalá fueran como el saber, que dicen que no ocupa lugar...

Hubo una (larga y deliciosa) época de mi vida que no tendría sentido sin esas cajas. Están llenas de revistas que llevo años sin leer. Revistas que iba puntualmente a comprar al kiosco con la sonrisa de oreja a oreja, que me traían noticias puntuales que leía con interés y que me servían después para escribir críticas y artículos que a veces se publicaban y a veces no. Fueron mis días de cine...

A todo el mundo le gusta el cine (de uno u otro tipo, en pantalla grande o en pantalla pequeña). A mí también. Y mucho... pero ya queda poco de todo aquello... Me quedan esas cajas llenas de Cinemanías (marzo 1997/marzo 2004), Fotogramas (marzo 1999/marzo 2004), Interfilms y Dirigido por, la costumbre de comprar la Túria y el gusto del cine independiente europeo en versión original... Ya no voy sola al cine como solía (se disfrutan mucho más las películas, se les extrae más el jugo y te concentras con los cinco sentidos), ya no soy reportera en noticine, ya no tengo pase de prensa en los festivales de Valencia ni voy al cine 4 veces por semana... Aún hay algún despistado que me pide de vez en cuando que le recomiende una peli, pero ya no me he leído todas las críticas ni he visto todas las pelis de la cartelera...

En fin, todo esto viene a que me da pena desprenderme de ciertas cosas, y mis cajas se quedarán conmigo hasta que sea inevitable deshacerme de ellas...

lunes, 14 de enero de 2008

POR QUÉ NO ME GUSTÓ "CUENTOS DE HADAS PARA APRENDER A VIVIR"


Leí este libro en Septiembre del año pasado y no me gustó.

El día que lo compré en la feria del libro para regalárselo a mi madre, la autora lo dedicó, y pensé que era un regalo excelente. Ella lo leería primero y después lo leería yo. Mi madre no llegó a terminárselo, y me comentó que era porque no acababa de gustarle. Decidí leerlo yo para formarme mi opinión (al fin y al cabo el hecho de que a uno no le guste no significa que no pueda gustar a otros)

He de reconocer que estéticamente el libro es muy llamativo, y el título entra muy bien por los ojos, lo cual ya de entrada, me hizo crearme unas expectativas que luego la obra no cumplió.

Por mi profesión (y también porque me gustan), he leído muchos libros de autoayuda, de pensamiento positivo y de crecimiento personal. Algunos me llenan más que otros, y en todos (sin que este sea la excepción), hay alguna frase aprovechable.

Aunque la temática general (los recursos que las hadas emplean para ser excepcionales, al alcance de cualquier persona) es una muy buena idea, no me gusta cómo está desarrollada. Personalmente no me creo esas hadas. Son seres de cuento, es cierto, y no intentan salirse de la fantasía, pero cuando las plantas en el mundo real, pierden fuelle. Sobre todo porque todas ellas en su "vida terrena" están personinficadas en la autora del libro. También porque en todas ellas capto una cierta "moralina", en plan, "si haces las cosas como yo digo todo te irá bien, pero si no eres un borrego". Además, condensa excesivamente las ideas. Pretende transmitir demasiados conocimientos, demasiados "recursos hadados", que son muy difíciles de asimilar.

Considero que una persona que lea este libro e intente cambiar a raíz de él, tiene bastantes posibilidades de desmotivarse. Más que nada porque veo muy difícil conseguir tantos objetivos, y también porque quizás pueda no estar de acuerdo con las cosas que en él se exponen. Opino que también es más directivo que instructivo.

Y a grandes rasgos estos son mis motivos. No sé si a la Sra. Forner le parecerá que mi crítica está ahora bien expuesta o seguirá pensando que no la he fundamentado bien. En todo caso, estoy convencida de su buena intención inicial en la elaboración de esta y todas sus otras obras, y le transmito mis respetos, pues reconozco que es todo un mérito vender tantos libros.

Quizás simplemente no me guste su estilo, y como bien dijo alguien... Nunca llueve a gusto de todos.

miércoles, 9 de enero de 2008

DÍA A DIA (Se llega lejos)

Al día se me ocurren al menos un par de temas para escribir un post. Incluso se me ha venido a la mente el argumento para más de una novela. Se me manifiestan hasta los caminos que creía perdidos para continuar el libro que empecé una vez... Estoy inspirada.

Se ve que el hecho de no tener tiempo para sentarme y materializar todas las divagaciones que pueblan mi cerebro hace que éste se vuelva hiperactivo. Como si no tuviese suficiente con centrarme en el trabajo que tengo que hacer en muy pocas horas al día (de 16:30 a 20:25 que suelo alargar a 16:05-20:55), el rato que estoy sentada plegando-pegando etiquetas-ensobrando, cual cadena de montaje humana, lo disfruto perdiéndome en mis ensoñaciones. Al menos, esa actividad no requiere conexión mental, es decir, se puede llevar a cabo sin implicarse intelectualmente.

Esta tarde, cuando llegue, tendré que utilizar más zonas cerebrales, y por tanto no me dará tiempo siquiera a perderme por mis mundos mentales... tendré que, incluso, utilizar la empatía y activar mi parte social..

Las mañanas son más "light". El hecho de estar encerrada en un trabajo que no me va ni me viene ni me interesa de 9:15 a 13:15, hace que se me pasen sin pena ni gloria. Llego, escucho chorradas en la radio (me "amenizan" -más bien agonizan- con la COPE), escucho órdenes sin sentido de esa persona llamada jefe (que más que dirigir ordena y manda -y no es precisamente organizado), cumplo órdenes (con las que en más de una ocasión no estoy ni remotamente de acuerdo) y a mi hora en punto me voy... Incluso hago incursiones en la red para leer cómo os va y contaros cómo me va...

Así transcurre mi vida en estos días. Algún día, cuando mis mañanas estén llenas de implicaciones y complicaciones, cuando realmente tenga ante mí una labor interesante que me requiera al 100% llegará el tiempo en que no pueda ni respirar ;)

Al menos ahora respiro! :D (Todo tiene su lado positivo).

sábado, 5 de enero de 2008

RETAZOS DE MI INFANCIA

Nunca me gustó que me regalasen dinero. El dinero se gasta, y en cuanto lo inviertes, desaparece... En el momento en el que lo utilizas, no piensas en la persona que te lo regaló. Recuerdas el producto de ese regalo material como "me lo compré" no como "me lo regaló..."

Tampoco me interesa escoger el regalo. Opino que se pierde la magia. Las pocas veces que me regalaron lo que quería después de haberme preguntado qué prefería recibir, perdí la ilusión por el regalo...

Sí señor. Me gustan las sorpresas. Me da lo mismo juntarme con 25 paraguas, 7 u 8 pañuelos, o 2500 colonias... Lo bonito es recordar el objeto con el rostro de la persona que lo regaló. Verlo y recordar a X el día que te lo dio. Imaginar a tu madre en la tienda el último día antes de Reyes calentándose la cabeza para ver cómo sorprenderte...

Reconozco que es un poco injusto. Cuando alguien me pregunta "¿Qué te regalo?" Siempre contesto "Sorpréndeme". Si uno no tiene tiempo para sorprenderme, a veces me encuentro con regalos cuanto menos extravagantes... pero siempre el obsequio lleva la esencia del regalador.

De todos los regalos recibidos este diciembre, sin duda el regalo estrella me lo hicieron mi hermano y mi cuñá para mi cumpleaños. Me lo dieron estas navidades en Madrid (más que nada porque ellos viven lejos y mi cumple cae muy cerquita de Navidad). Aquí os dejo la portada:


Dentro de ese álbum en el que no podréis reconocernos (Ertai a la derecha de la imagen y Yo a la izquierda, con nuestros jovencísimos padres) se almacenan retazos de mi infancia, colocados en desorden pero en armonía, como los recuerdos que vienen a la mente. Abriendo esa portada me trasladé a lugares almacenados en mi memoria remota, algunos de los cuales no recuerdo conscientemente... Muchos dicen que nuestra patria es nuestra infancia, y ellos me devolvieron a mi patria del modo más hermoso jamás recordado... Muchas gracias ;)