domingo, 16 de mayo de 2010

HASTA SIEMPRE ALBATROS...

En los cines Albatros han transcurrido algunos de los mejores momentos de mi vida cinéfila. Es uno de los pocos sitios en los que he degustado tres películas seguidas (siempre en Versión Original), donde he disfrutado de coloquios y presentaciones de películas, donde he visto documentales que no se proyectaban en ningún otro sitio... También es el primer cine al que fuimos, ya como novios, Cid y Yo a ver la presentación de la película "El Otro Barrio", hace ya casi 10 años...

Por eso se me hace duro saber que ya no va a estar ahí acompañándonos en los próximos años de nuestras vidas... Más que nada porque las películas que proyectaban allí no las proyectarán en otras salas. Los Cines Albatros y Babel siempre se han distinguido por su oferta cinematográfica: Cine europeo e independiente en Versión Original Subitulada. No hay más salas iguales en Valencia y, obviamente, al desaparecer los Albatros, no nos quedarán más que los Babel para estos menesteres...

Cuando ayer fuimos a ver "Fish Tank", la película que recordaré como la última que vi allí, acudimos con la cámara de fotos. Queríamos apresar la esencia de los Albatros en movimiento, con gente, con las luces encendidas y los carteles de las películas en la puerta... Le hicimos fotos desde lejos, desde cerca, desde dentro, desde fuera, en la entrada, en la sala... Quisimos guardar, como quien guarda agua en una botella, un pedacito de la realidad que un día tuvimos... Y he de confesar que me marché de allí con lágrimas en los ojos...

Cierto es que hemos pasado ya por el cierre de muchas salas emblemáticas en los últimos años: Tyris, Artis, Acteón, Aragón, Martí... si me remonto son muchísimas más, tantas que no recuerdo todos sus nombres... pero el cierre de los Albatros me ha dolido mucho más...

El buen cine abandona la ciudad mientras los multicines con pelis prefabricadas de consumo rápido crecen como setas en los centros comerciales del extrarradio...

Y, sinceramente, yo prefiero butacas menos cómodas y peor calidad de imagen. Para mí lo que importa es la película, el diálogo y la tranquilidad que se respira en la sala, aunque a muchos les fastidiara aquello de que estuviera prohibido comer y beber dentro de la sala. Los cines de los centros comerciales no tienen alma, historia, ni vida propia... los Albatros sí la tuvieron...

... Lo peor de todo esto es que según van desapareciendo cosas a mi alrededor (personas, lugares, grupos musicales...) me voy dando cuenta de que el tiempo pasa... me voy sintiendo mayor...

2 comentarios:

juan rafael dijo...

Que cierren un cine siempre es una pena. No obstante, sí, te quedan los Babel e incluso los del Mercado de Campanar donde hacen sesiones de V.O.

Personalmente, no me gustaban nada los Albatros. Se oía más el proyector que la película, la película que daban en la sala de al lado también se escuchaba, incluso el aire acondicionado cuando lo ponían.

Cuando ví "El método Gronholm" un rollo de la pelí la proyectaron en tono verdoso -esa fué la última que vuí allí-, y aparte, caro: vamos, una estafa de proyección aunque regalasen una proyección de cada cinco.

Y ya que estamos, de cines comerciales, el Lys otra estafa, también oyéndose la sala de al lado. Fuí a ver "Pearl Harbor" y faltaba hasta pantalla, ya que no se leían los subtítulos enteros, y eso que estaban los cines recién estrenados, como quien dice.

Pero, oye, muy buen post, que una cosa no quita la otra.

Pablo dijo...

Una gran perdida.

También pase parte de mi vida cinéfila ahí; un recuerdo imborrable.

Enhorabuena por esta entrada