viernes, 9 de diciembre de 2011

EL AMULETO

Este verano me compré un amuleto para darme energías durante el nuevo curso. Estaba un poco estresada pensando en el nuevo trabajo y no tenía claro qué tal me iba a ir, así que intenté buscar ayuda en "el poder de las piedras"... Me compré un topacio engarzado en plata muy bonito que me puse en el cuello con una cadena.

El día después de empezar a trabajar se me rompió el colgante. Lo llevé a reparar y estuve 2 ó 3 semanas sin él. Cosas de la vida, pensé...

Habían tardado mucho en repararlo y me cobraron un pico, pero yo estaba convencida de que esa piedra iba a ser un amuleto energizante y fortalecedor que me iba a echar un cable...

No es que sea supersticiosa, a decir verdad nunca he creído en nada paranormal ni divino, simplemente pensaba que podía ser un aliciente original.

A los 2 días de llevarlo, el amuleto se volvió a romper y se cayó en el suelo de mi habitación. No lo encontraba. Ahora yace en la bolsa de mi aspirador (a juzgar por el sonido que hizo al entrar) y me pregunto si realmente es una señal  para que no lleve el amuleto... Me debato conmigo misma y aún no he decidido si sacarlo del aspirador, o darle descanso eterno entre polvo y migas de pan...

1 comentario:

chica Bloguera dijo...

Ya no lo uses. Cuando se rompe un amuleto o una medalla significa que absorbió la mala vibra que alguien te envió. A mí también me sucedió lo mismo pero con una medalla que traía puesta. Se trozó en pedazos, de la nada.