domingo, 9 de diciembre de 2012

NO HAY NADA ESCRITO...

Supongo que de los cuentos clásicos, moralejas aparte, pueden extraerse muchas enseñanzas. También, incluso, pueden servirnos para ilustrar el por qué de nuestras decepciones o de todo lo que esperamos en la vida...

Cuando era pequeña, me hicieron creer que si seguía el camino marcado, conseguiría todo lo que me propusiera. Sólo necesitaba constancia y esfuerzo, y las recompensas llegarían por si solas...

...Y así crecí, transitando el camino de baldosas amarillas creyendo que estaba a salvo de todos los males...

Poco a poco fui dándome cuenta que, junto a mi camino de baldosas amarillas había otros de diferentes colores y que el mío, que tan claro parecía al principio, se bifurcaba y ofrecía tantas posibilidades como jamás imaginé.

El tiempo me ha ido enseñando que, tal y como descubrió Dorothy al final del camino, no hay ningún mago en Oz, y que, por tanto, no hay soluciones mágicas a los problemas cotidianos.

Nadie me advirtió de que los caminos perfectamente trazados, a veces encuentran baches o barreras que hay que superar con esfuerzo, y que uno no dependende solo de sí mismo, pues viviendo en sociedad lo que hagan los demás repercute en tu vida mucho más de lo que te gustaría...

Y luego están todas esas experiencias, circunstancias y personas que te cambian la perspectiva y reorientan tu rumbo... de repente resulta que aquel camino marcado con final claro que creías tener, te lleva a los lugares más insospechados...

...Y estoy por afirmar que, en resumen, esa es la grandeza y la tortura de la vida: reinventarse a cada segundo para tener una existencia plena...

1 comentario:

sacris dijo...

¡Estoy totalmente de acuerdo contigo! Me encantó tu post. Caminar no asegura llegar a tu destino, solo asegura que no te quedarás quieto en el punto de partida.

1bsto y buena semana!