sábado, 22 de febrero de 2014

REIVINDICARSE...

No suelo ser demasiado brusca cuando no estoy de acuerdo con alguien. Intento decir las cosas de manera educada y de forma que no molesten, me pongo en el lugar del otro y trato de comprender la forma de ser y de actuar de los que no piensan como yo...

Pero eso no quita que, en muchas ocasiones, me hierva la sangre cuando escucho ciertas afirmaciones bienintencionadas y "buscadoras de felicidad" que al final desmovilizan y justifican a aquellos que no luchan por cambiar el mundo en el que viven.

Siempre he intentado expresar mis quejas por los cauces adecuados o "políticamente correctos": llámese libro de reclamaciones, concentraciones y manifestaciones pacíficas o diciendo claramente lo que pienso.

El problema aparece cuando, llegados al punto de indignación y malestar social generalizado en el que nos encontramos ahora en España, la gente decide no movilizarse. Gente que piensa como yo, que las cosas no están bien, que hay que luchar por cambiar esta situación, no sale siquiera a la calle a manifestarse pacíficamente porque "jo, es que hay una manifestación cada 3 minutos (por eso yo no voy a ninguna)" o porque "es que siempre hay quien saca beneficio político de la indignación ciudadana". O no pide un libro de reclamaciones cuado ve que algo no funciona como debería. O no dice a la cara lo que piensa, sino simplemente sonríe y sigue adelante, dejando que por el camino se pierdan sus derechos, y los de sus hijos, y los de los hijos de sus hijos, sin pararse a pensar que lo de "no va conmigo" o "en otros sitios están peor, deberíamos alegrarnos por lo que tenemos y no quejarnos por lo que nos quitan" no sirve para nada...

Personalmente entiendo mejor a la gente que se radicaliza ante la situación que tenemos encima que a la que dice pensar y manifiesta en las redes que las cosas deberían cambiar y no hace nada para contribuir a ese cambio. No es la queja por la queja, sino la queja fundamentada...

Si en otros sitios están peor que nosotros (que es verdad) lo que hemos de hacer es, no solo luchar para mantener nuestra situación sin más pérdidas de derechos, sino también intentar que los que están peor mejoren su situación. Que sí, que hay que ceder "privilegios" que antes se tenían por "vivir por encima de nuestras posibilidades", pero eso no significa que tengamos que agachar la cabeza mientras eliminan derechos fundamentales para primar a las grandes fortunas...

Pienso que reivindicarse es necesario. Y que el grado de radicalización es directamente proporcional al grado de inmovilismo de la gente que se queda en su casa. Tengo la impresión de que todos juntos llegaríamos más lejos, pero también soy consciente de que el pensamiento único no existe y de que hay cosas que no se pueden cambiar. Creo que las "minorías silenciosas" deberían hacerse escuchar, que no salir y decir lo que se piensa no lleva a ninguna parte y que seguir adelante con tu vida a pesar de las circunstancias es necesario, pero se ha de combinar con las muestras de malestar no de unos pocos, sino de todos aquellos que piensan que hay algo que cambiar y que son, en realidad, muchísimos más de los que diariamente salimos a la calle.