Cómo está el patio señores...La violencia está al orden del día. Muchas veces no nos enteramos de lo que sucede, y eso que los noticiarios están plagados de noticias grises y negras...
Hoy ha llegado a mis oídos un caso que me ha dejado los pelos de punta.
Tengo un tío que trabaja de vigilante en el Metro de Madrid. Es un hombre de 50 años, que convive con una mujer Búlgara y que tiene un niño pequeño, de un par de añitos. Mi tío, que tuvo una juventud rebelde, hace ya mucho tiempo que "sentó la cabeza", sin embargo, y teniendo en cuenta su experiencia laboral (monitor de gimnasio, "mazas" de discoteca...) no pudo encontrar un trabajo mejor. Con los años, y aunque conserva parte de su carácter "graciosillo", se ha convertido en un trabajador serio que no puede aspirar a trabajar en otra cosa que no sea vigilar el metro por las noches en una zona no demasiado recomendable...
El pasado sábado, una mujer intentó "colar" a su niño sin pagar en el metro. Mi tío se acercó amablemente a decirle que el niño tenía que pagar billete. La mujer, ofendidísima empezó a insultarle y a llamarle racista y le empujó diciendo "vamos, pégame". Él simplemente la ignoró, pero no la dejó pasar con el niño sin pagar el billete.
La buena señora, por decir algo, salió airada del metro y al cabo de un rato volvió con tres "colegas" como tres armarios que, sin mediar palabra, le pegaron una paliza de mil demonios, diciéndole que le iban a matar e intentando partirle el cuello. Él intentó defenderse como pudo, a patadas, mordiscos, puñetazos... y la suerte fue que la taquillera de turno llamó a la policía y cuando estos vinieron, los otros salieron corriendo.
De regalo por cumplir su trabajo, mi tío se ha llevado una baja de al menos un mes, pues le han partido más de una costilla y le han dejado la cara hecha un cristo, además de múltiples magulladuras por todo el cuerpo.
Me resulta curioso lo rápido que en televisión y prensa hubiese salido este caso si, en lugar de recibir la agresión el vigilante, la hubiesen recibido los otros "señores"...
Y no menos curioso es que una persona que simplemente cumple con su obligación reciba como "premio" una paliza que podría haberle costado la vida...
Y antes de que nadie diga ni media, lo de menos es la nacionalidad de los agresores. Lo que cuenta es el hecho de la agresión, porque cosas así se ven todos los días en diferentes sitios entre diferentes personas...
¿Adónde vamos a llegar?
7 comentarios:
La verdad es que me lo contaban esta tarde y flipaba... ahora que me lo creo todo. Lo que me extraña es como es posible que no vayan en parejas de 2... Diugo quer me lo creo todo, porque conozco gente de Prosegur que curra en el metro de Valencia y han tenido tambien sus cosas... La verdad es que la raza da igual, porque esto lo podian haber hecho españoles y seguiria pareciendome lo mismo...
lo primero desear una pronta recuperación a tu tio. Luego decir que es alucinante y da pánico. La "raza" es lo de menos.
Ertai: Ya, yo tampoco entiendo muy bien que le tocara currar a él solo. El trabajo es peligroso de por sí, pero vamos, que si van entre 2 al menos pueden defenderse...
Lisa: Gracias. La verdad es que parece que ya va mejor, pero tiene un largo periodo de baja por delante...
hay que empezar a importar a berlusconi aqui a españa, este si que esta haciendo las cosas bien y poniendo los puntos sobre las ies. espero que se recupere pronto.
Jo qué fuerte! espero que se recupere pronto. Hay trabajos que no se pagan con dinero, y encima esa gentuza suelta. Es indignante!
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Mira que vivo en Madrid y uso el metro todos los dias... y no me había enterado. Lo siento por tu tio niña, espero que se recupere pronto. Con el asunto de los videos del metro pagan justos por pecadores pero lo que más me asusta es que no me extraña que esas cosas pasen. Debe ser que empiezo a perder mi fe en la gente.
Tonee: No sé yo si Berlusconi cuadraría en España...
Di: Pues eso digo yo, el dinero no lo es todo, y en algunos trabajos se demuestra...
Sacris: Normal que no te enterases, cosas de esas pasarán cada día, pero como no hay muertos, ya ni son noticia (fíjate adónde hemos llegado)
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