Hace un par de semanas recibí una citación judicial.No es algo extraño, porque una de las cosas en las que trabajo (sí, otra más, fuera del proyecto y directamente relacionada con mi trabajo de las tardes), tiene que ver con el ámbito judicial: Soy Perito.
El problema es que esa citación era anónima, es decir, venía de un juzgado en el que nunca había realizado ningún informe, y ningún abogado se puso en contacto conmigo para contarme de qué iba el tema. Por suerte, como la dirección que habían puesto era la del despacho, sabía que tendría algo que ver con el tema profesional, pero no sabía exactamente el qué...
Así que hoy no he podido ir a las prácticas del master. Y no me puedo quejar en absoluto: He dormido más, me ha dado tiempo a hacer alguna gestión bancaria y he aprovechado para visitar algunas tiendas y una librería para completar mi ya obsesiva biblioteca profesional...
Sin embargo, cuando he llegado al juzgado a las 12:30 me he quedado muy sorprendida al comprobar para qué era la citación. El año pasado estuve tratando a un chaval de padres separados que vivía con su padre... el tema tenía que ver con eso. Al final no he tenido ni que entrar en la sala, ni que hacer un informe, ni que declarar... los padres habían llegado a un acuerdo económico y ahora el chico vive (otra vez) con su madre... pero cuando le pregunté al padre "¿Está bien X?" sólo me contestó "No"... y la verdad es que no he podido evitar quedarme chafada pensando en cómo el pobre chico, que ya estaba bastante hecho polvo cuando estuvo viniendo, debe sentirse ahora en su (cuarto) cambio de casa...
¿De verdad los padres no se dan cuenta hasta qué punto perjudican a sus hijos con los temas judidiciales?
