sábado, 10 de noviembre de 2012

¿EN QUÉ PIENSAS?


¿Alguna vez te han preguntado qué piensas? Yo tiendo a preguntarlo bastante... Sobre todo, para qué negarlo, a mí misma.

He oído por ahí que es una pregunta típicamente femenina, que los hombres no preguntan esas cosas, pero que no lo pregunten, no quiere decir que ellos no piensen.

Hay quien dice que el cerebro del hombre y el de la mujer funcionan de maneras diferentes. Yo nunca he tenido un cerebro de hombre, así que sobre eso no puedo opinar, así que voy a explicar simplemente mi experiencia personal al respecto.

Cuando yo me paro a analizar qué estoy pensando en un momento determinado, lo que me encuentro son muchas cosas contrapuestas fluyendo simultáneamente. Es como si partiese por la mitad una cebolla y encontrase capas de pensamiento concéntricas... 

Tengo pensamientos superficiales que responden a la inmediatez, a cosas que tengo pendientes, que son más urgentes y más fáciles de identificar.

En una segunda capa, y saltando de vez en cuando a la primera, están las ideas recurrentes y repetitivas, tanto las agradables, como las desagradables, las confesables y las inconfesables.

Luego están, en capas sucesivas, mis valores, mis ideas, lo que sustenta mi vida y mi corazón, mi día a día y mi forma de vida. Mis ideales, mis creencias y mis no creencias, mi enfoque vital...

Por debajo de eso están mis miedos, mis pequeños traumas, mis problemas conmigo misma y con los demás.

Y en el fondo, fondo, están encerradas las ideas que no quiero tener pero que subyacen, a pesar de todo. Son ideas que, por el peligro que entrañan, lo discordantes que son con mis principios y con mi vida en general, van a vivir a un sitio en el que se guardan bajo llave... No se verbalizan, ni siquiera se remueven, pero están ahí. A veces aparecen en forma de sueños y como una mezcla de miedos y anhelos. 

La simple pregunta, ¿Qué piensas? No tiene una respuesta sencilla ni única. Al menos en mi caso. No se puede contestar con un simple "Nada" porque sería mentira, y cualquier respuesta que se dé es una verdad a medias... Os invito a la introspección, que es la única manera de descubrir qué pensáis cada uno...

Yo, por mi parte, prometo hacer menos esa pregunta a nadie, salvo a mí misma ;)

domingo, 4 de noviembre de 2012

ACERCA DE LA REALIDAD...

Recuerdo que hace muchos años, cuando estaba en el instituto, en clase de filosofía debatíamos sobre la relación entre percepción, existencia y realidad...

La pregunta exacta que nos hicieron fue: "¿Qué sería el mundo sin nadie que lo percibiera?"... Y la respuesta que muchos dieron fue: NADA... Nos aclararon que sí, que aunque no pudiéramos percibirlo, el mundo podría existir, pero quizás no sería real...

Porque la realidad, a qué negarlo, es una construcción, personal o social.

Desde que abrimos los ojos por la mañana, vamos creando nuestra verdad. Partimos de unas premisas que están grabadas a fuego en nuestras mentes y luego las mezclamos con las noticias que nos llegan (en manada, la mayor parte de las veces) por el medio que sea (internet, la televisión, el periódico, el boca a boca)... y poco a poco vamos diseccionando lo que oímos. 

Solemos ser selectivos a la hora de recibir la información y siempre percibimos antes lo que nos ayuda a reforzar nuestras creencias (sean cuales sean, habrá un medio que nos las confirme). Podemos escuchar la misma noticia que nuestro vecino con un enfoque totalmente diferente y parecerá que oímos dos cosas distintas. Luego lo procesamos, lo pasamos por el filtro de nuestra cabeza y "voilà", ya hemos construido nuestra realidad.

Al final, si lo pensamos, lo que sabemos o lo que creemos saber, no es más que una especie de Monstruo de Frankensten que habita en nuestra mente y que ha nacido en ella. Está formado por despojos de noticias descuartizadas e ideas fermentadas en nuestra cabeza... y aunque pensemos que nuestra verdad es la única posible, cabe pensar que hay tantas verdades y realidades como personas habitan el mundo.

domingo, 28 de octubre de 2012

AUTODEFINIÉNDOME...

Recuerdo que hace bastantes años alguien me pidió que me definiera a mí misma. Cuesta mucho trabajo hablar sobre una misma, recuerdo que pensé, sobre todo definirse con sinceridad... Pero lo tomé como un reto y me puse manos a la obra...

Hace tiempo de aquello, y he de reconocer que mis circunstancias han cambiado a todos los niveles, sin embargo hay cosas en mí que creo que no han cambiado...

...Sigo siendo muy desordenada. No entiendo la necesidad de dejar las cosas en su sitio, aunque reconozco que, cuando todas mis cosas están mezcladas encima de mi mesa (en casa) entro en un proceso caotizador que no finaliza hasta que puedo ordenarlo todo. Mientras el desorden reina en mi mesa, las ideas también se mezclan en mi cabeza y toca tormenta mental.

...Siempre me he definido como "constante a ratos". No, no es lo mismo que inconstante... me explico. Cuando tengo un objetivo claro, no paro hasta alcanzarlo... pero si hay algo de lo que no estoy segura, o tengo la sensación de que soy incapaz de lograr lo que me propongo, voy perdiendo gas en el camino hasta que simplemente me desintegro.

...A pesar de que en los últimos tiempos estoy rebelde y rebotada, tengo tan interiorizadas las normas que me cuesta, incluso, cruzar un semáforo en rojo aunque no vengan coches.

Me he acordado ahora de esto de la autodefinición, lo que no sé es por qué... Y no me apetece seguir haciendo introspección, así que me he quedado en tres rasgos... Si alguien más se anima a autodefinirse en 3 rasgos, que deje un comentario, siempre son bienvenidos.

domingo, 14 de octubre de 2012

CREATIVIDAD BAJO MÍNIMOS...

Hace tiempo que no me pasan cosas curiosas. Ya no sé si he perdido esa capacidad que tenía de ver las cosas curiosas en la vida cotidiana.

Supongo que tiene que ver con que las cosas han cambiado en general y la oscuridad va tomando poco a poco hasta las mentes más optimistas... ¿Como iba entonces a salvarse una pesimista rehabilitada? Lo del pensamiento negativo es simplemente una adicción más. A mí me cuesta verdadero esfuerzo pensar en positivo, pero desde hace varios años, me era mucho más fácil y ya creía tenerlo automatizado...

Entonces el escenario político y social cambió. Y creo que hace poco menos de un año, me pegué una leche con la realidad... Espero que lo que dice "El Secreto" no sea cierto, porque si no entre todos estamos creando el clima adecuado para un cataclismo impresionante ;)

El caso es que desde que mi ciber-yo ha tomado mayores dimensiones, mi yo ha ido perdiendo fuerza... Influye lógicamente el poco tiempo de ocio que me queda, pero lo tengo tan limitado a navegar, que ya no me dedico a crear como antes... Ya no pinto, ya no leo tanto ni ejercito mi imaginación como solía... ¿Me estaré conviritiendo en serio en una persona normal? ¿Estaré tan avanzada ya en la edad adulta que me he transformado en "una mayor"? A veces me aterra pensar eso, pero creo que es lo que está sucediendo. Y me parece una auténtica lástima...

sábado, 6 de octubre de 2012

LA MEJOR INVERSIÓN

Pues sí. Con los años aprendí, entre otras cosas, que el tiempo es algo que no se pierde, sino que decides invertir en cosas diferentes.

A veces te equivocas y otras veces no, pero una vez invertido tu tiempo, ya no puedes recuperarlo. Es algo así como la bolsa y la economía mundial. En los momentos actuales, creo que mi tiempo también está en crisis.

No sé si lo estoy invirtiendo como toca. A veces veo que sí y otras tengo una tremenda sensación de estar invirtiendo en "activos tóxicos"... Pero bueno, eso no es un tema para tratar en este blog, no quiero dar la chapa ;)

Todo esto viene a que me estoy leyendo "El monje que vendió su ferrari". Hacía muchísimo tiempo que no leía un libro de esas características. Hubo una época en que alternaba autoayuda con lectura de ficción. Era esa época en la que podía decir que leía mucho (mínimo 50 libros al año, que para eso están los retos ;) ). Luego llegó él, cambié de trabajo y me quedó menos tiempo para mí... entre eso y el "activismo" estrictamente necesario para subsistir en esta época de mierda actual, parece que cada vez reflexiono menos... y es una verdadera lástima, porque si reflexionara un poco, creo que habría muchas cosas que haría de otra manera. Reflexionar es, sin duda, la mejor inversión.

Me gustaría: vivir más pausadamente, y no tener que vivir pendiente de las noticias... Y soy consciente de que sería tan fácil como dejar a un lado el móvil y no consultar el correo electrónico más que una vez al día. Pero confieso que para alguien que, como yo, vive enganchada a la red desde el año 98 es seriamente complicado imaginar un mundo sin tecnología y sin información inmediata... Y desde que me puse el twitter en el teléfono la cosa ya raya la adicción. Será que tengo personalidad adictiva ;)