martes, 1 de abril de 2008

CONVERSACIONES ANÓNIMAS

Desde pequeñitos nos enseñaron que no era bueno hablar con desconocidos, sin embargo, según vamos creciendo, nos damos cuenta de que la única forma de convertir a los desconocidos en conocidos es precisamente hablando con ellos....

Sirva esta introducción para destacar las bases culturales del silencio sepulcral que rodea muchas situaciones sociales que serían potencialmente más agradables si nos dedicáramos a hablar con la gente que hay a nuestro alrededor...

Recuerdo uno de los muchos viajes que hice a Madrid en Auto-Res sobre todos los demás. Yo viajaba sola, como solía ser frecuente en aquellos tiempos, a pasar las vacaciones con mis abuelos. Generalmente me pasaba todo el viaje sentada al lado de alguien desconocido que, muy correctamente, eso sí, me ignoraba (y yo a él) durante todo el trayecto e intentaba mirar por la ventanilla con tal de no mirar hacia donde estaba yo... El caso es que aquel viaje me tocó junto a una persona con ganas de hablar, y fue de los viajes más entretenidos que he hecho. Ni sé de qué hablamos. Era una chica más o menos de mi edad y ni me acuerdo de su cara, pero me pasé un viaje estupendo..

Igualmente, desde que vivo en mi casa nueva, he conocido gente en el metro hablando con desconocidos, gente con la que coincido en los trayectos. Un par de ellas son vecinas que me sonaban de vista en el andén y con las que me encontré algún día al salir hacia el metro. Aparte, veía cada día a un matrimonio de mi edad que cogía el metro a la misma hora que yo... un día que hubo un retraso brutal de metro, surgió un inicio de conversación y poco a poco nos conocimos, la verdad es que cuando nos encontramos me divierto un montón en el camino hacia el trabajo... claro, que a estas personas ya las considero conocidas...

Otra modalidad de conversación en el metro es la típica persona que se te sienta al lado o cerca y te pregunta algo y de ahí nace una charla agradable e interesante. Estas personas habitualmente son gente mayor, que tiene muchas ganas de hablar y cuenta cosas muy interesantes que a mí, personalmente, me encanta escuchar... Una conversación de esas te puede alegrar el día. Recuerdo con especial cariño una vez en que una mujer mayor a quien cedí el asiento me dijo que yo era "una gran mujer"... aquél no había sido mi mejor día, pero consiguió arrancarme una sonrisa...

A veces las conversaciones anónimas incluso nos orientan, nos indican cómo llegar al sitio al que vamos, o nos alertan de algún peligro a nuestro alrededor, o simplemente nos hacen sonreír o nos transmiten la experiencia de otros...

¿Por qué a los jóvenes nos cuesta tanto iniciar este tipo de conversaciones?

8 comentarios:

ruth dijo...

y no nos olvidemos del ascensor. yo para ir a mi antiguo trabajo, iba en bus, pues en el trayecto de ida siempre ibamos las mismas personas, sabiamos todos exactamente donde subiamos y donde bajamos pero no sabiamos como era nuestra voz... no se yo creo que vamos demasiado a nuestra bola
ahh gracias por la visita

sacris dijo...

A veces nos perdemos un montón de gente interesante por miedo o por prejuicios. Somos así de tontos.

potsis dijo...

Y si además, en vez de ir serios, como si hubiéramos perdido nuestros ahorros en la bolsa, sonriéramos un poquito, todas estas relaciones que comentas se nos harían más fáciles.

Un saludo.

martiks dijo...

Yo soy muy impertinente para esas cosas. Odio que me den conversación y no empiezo ninguna. Cuando me dan conversación la termino rápido.

Lo de la diplomacia no es lo mío y como no me gusta que me pregunten, no pregunto. ¿Carácter catalán? podría ser.

Alana dijo...

En mi caso simple y llanamente por desconfianza.. Yo no inicio nunca una conversación y tampoco me gusta mucho que me den conversación durante un viaje. Me gusta pasarlo en silencio, pensando en mis cosas o durmiendo.

ToNee dijo...

pues si vinieras a mallorca sabrias lo que es autismo genetico... que asco que me da la gente de aqui...

Cora dijo...

yo no suelo empezar ese tipo de conversaciones, soy algo timida pa esas cosas.. pero si me hablan las sigo con gusto... a veces me ha pasado, una vez conoci a una chica en el bus, majisima, francesa, que hasta me dio su numero de movil y todo, para que cuando fuera a Paris la llamase.. jejej me acuerdo incluso de su nombre... me preguntaba cosas del español y yo a ella de frances, intercambio simbiotico, jejej

Ana la Rana dijo...

Ruth: Lo de los ascensores también es la leche... pero en ese caso encima es un espacio tan reducido que te sientes hasta invadido y no sabes hacia dónde mirar :D

Sacris: Totalmente de acuerdo :)

Potsis: "serios, como si hubiéramos perdido nuestros ahorros en la bolsa" XD Bonito símil :D Tienes toda la razón ¿qué cuesta sonreír?

Martiks: Ay cuñá!! Catalán no sé, pero carácter tienes un rato :D

Alana: Ya hemos comentado en alguna ocasión la de historias que te pasan por la cabeza cuando vas en transporte público :D

Tonee: ¿¿Autismo Genético?? XD caray!! me encanta tu forma de definir a la gente de tu zona :D

Cora: A mí me pasa igual, yo no suelo empezar esas conversaciones, y en más de una ocasión me he quedado con las ganas de preguntar algo. A veces hasta me monto una conversación mental con la persona en cuestión... en fin.